Santa María de Segueró
En el siglo XI un documento del año 1001 hace referencia a la iglesia Santa María de Segueró y en el año 1017 fue cedida por el conde de Besalú, Bernat i Tallaferro al obispado de Besalú, recién creado. Duró muy poco tiempo ya que en el año 1020 se sumó al obispado de Girona.
En la iglesia Santa María de Segueró hay una imagen de la virgen María con el Niño de estilo gótico. Fue construida con una sola nave con un ábside semicircular. Su tambor absidal tiene en su centro una ventana de medio punto y con doble derrame.
Al templo se sobrealzó al construir una buhardilla sobre la nave en el siglo XV, ganando el doble de la altura en el ábside. Antes la decoración del ábside tenía un friso de arcos lombardos con pequeñas aspilleras.
Arriba de dicha decoración colocaron un friso de dientes de sierra y una cornisa con estilo romántico que requiere restauración. Al igual, el coro donde hay un órgano del siglo XVIII. En el muro norte cerca del presbítero, hay otra ventana del estilo romántico que está conservada, como una barbacana de defensa.
Las capillas laterales y la sacristía fueron añadidas en el siglo XVIII cuando se remodeló la parte interior de la iglesia. La pila bautismal es de dicha época. Por el muro oeste se accede al templo por una puerta abierta con un ojo de buey barroco y un campanario de torre. Desde 2010 hay una reproducción del antiguo retablo de Peres Mates en la pared del ábside.